viernes, 19 de marzo de 2010

Prometo hoy soñarte

Prometo hoy,
que al cerrar los ojos,
no pisaré otra tierra
que no seas tú,
ni hablaré de amnistía
sino tus palabras,
las de febrero.

Prometo,
en este sueño,
ser enemigo del tiempo.

Lo encerraré en mi boca
y lo envejeceré
hasta no ver más canas,
agotaremos las risas,
y ese jugueteo de piernas
de serpientes,
entrelazadas,
hablarán de cómo es el sexo
de pareja
que intercambian cuerpos.

Y al terminar,
al terminar no sabré de ti,
ni tú de mí
porque ya no existo,
porque ya somos eso:
un sueño
amarrado del tiempo.

Author: Yorker

Y si te amo ahora

Y si te amo ahora
si te robo tu sexo blanco
y me trasfundo el cuerpo,
si me convulso el pecho
malográndome esto que siento,
aun así,
aun así
te guardo el nombre
en este cigarrillo
que me embriaga.

¿Sabes por qué?
Porque ni tu sexo blanco,
ni tu piel envenenada,
ni esas orquídeas
que son tus manos
podrán con tu nombre
que late en mi cama,
en los pulmones grises
que revientan por tu sexo.

Author: Yorker

Éste amor nació de ti

Éste amor nació de ti
de tu roce inmóvil,
visible a tus años,
perpetuo ante tu mirada.

Emergió sobrio,
débil
por la ausencia de ganas.

Aún cuando este amor
es tuyo,
enterrado en el silencio,
en tu carne virgen
como mis poros,
vive creando citas
sin mañana.

Éste amor,
se adueñó del fuego
de tu aliento,
y cayó por mis venas,
drenó el cuerpo.

Me hizo manto.
Me hizo tierra.

¡Ay qué amor mujer!
Creó alas
y se volvió mi guardián,
como tu nombre
en la punta de mis labios,
para no envenenarme
de nombres ajenos.

Author: Yorker

lunes, 15 de marzo de 2010

Me sobran bocas

Me sobran bocas
en tu carne melódica,
para atravesar tus pieles
y hacerte caos,
explosión.

Me sobran palabras
y un verso acostado
en tu cama.

Me sobran manos
para envolverte toda
y ser el viajero en tu vientre
por toda esa galaxia
de lugares eximios,
de presas, llanuras
y lágrimas.

Me sobra el lado derecho
para alcanzarte,
hoy,
y aventurarme contigo
en mis catatumbas:
pantanos soberanos
donde guardo tu voz
cristalizada en mi cuerpo.

martes, 9 de marzo de 2010

Un minuto, no más

Dijo un ciego un día:
las palabras no alimentan
el cuerpo,
solo le dan fuerza y le engloban
el pecho hasta que fluye la sangre;
¿por pasión divina?
y si por pasión divina
vivimos un minuto
sin vacilaciones,
con la sinceridad en la mano
y la conciencia libre del miedo.

Si ese minuto fuera ahorcado
en otro universo
respondería al ciego,
andes con quien andes
el cielo caerá sobre tu cuello
y llevarás esa carga
por tus días viejos,
infértiles.

Me quedo con un minuto,
una copa,
y luego mi propio veneno.

Solo dos líneas

En dos líneas cabe tu cielo
la obra maestra que eres tú,
ni Picasso dibujaría tu nombre.
Es tan perfecta el alma,
cada punto geométrico
con una vida oculta,
cautiva,
germinada allí.

Placenteros tus bosques,
preciado nombre ha parido
el tiempo, tú,
dueña de toda esta magia
que son mis versos.

Diferencias

I

Usted con su arte
haciendo maniobras
y señales al cielo,
yo con mi zamba
y la nobleza
rozándome el vello,
ambos repartimos
promesas, privilegios,
mas no por eso
somos del mismo tiempo.

II

De un sí al no
se alarga el universo
y perecemos al fondo.

Ruborizas la sonrisa
de lagunas blancas,
mas yo solo contemplo
en mi palabra un credo,
fidelidad de mi sien
antigua y viviente.

Tan diferente tu tono:
de frases cortas,
inmaduras;
tan pasible y abismal
mis ríos,
mis tabernas de versos
con tragos dulces
que abren paso
y le encienden el ser.


III

¿Preguntas si llevo el corazón
forrado de hilos muertos?

¡Tal parece que no soy
tan terco!
al menos cargo muchas
ganas y amor en el pecho.
Conmigo se van a vino
y fuego los malheridos.

Cuando acabe y se me desplome
el peso de mi centro,
entonces sabrás aprenderme
por mis versos.

El mar me ofrece sus versos

En vez de mí
alguien habla,
tararea una lengua
hecha de un volcán
de pasiones
envueltos en nuestros ojos,
nuestros labios dueños
de la ternura del mundo.

Se abre de pico
la boca,
alimenta la piel
con su frescura
y la soledad se escapa
de mis poros.

¡Hay tantos rostros
como el tuyo en sus olas!

Te pareces a mí

Te pareces a mí:
cuando andas,
en tu silueta y andares
de ráfaga,
robándote el día
convirtiéndolo en mañana.

A la sílaba
que atravesó los ojos,
llena de goce
extasiada de amor.

A la cortina del mar
en mis labios,
que se enamora del mundo
y tararea los nombres
de quienes pronto no verá.

A la uña izquierda,
desdichada y abandonada
a merced de la maldad.

Te pareces a alguien
que guarda promesas
en su cielo envuelto,
cazando versos,
boleros,
aunando corazones
para vivir en paz,
contigo.

Con la humanidad.

En una hoja de tu cuerpo

En una hoja de tu cuerpo
escribí mi pintura,
tinta sagrada de siglos fundidos.

Tildé tu colosal figura
con una pizca de mi savia
y tatué por los siglos
tu garganta,
tus venas,
tu manto.

Anúdame a tu pecho,
adéntrame a tu cuerpo,
moldéame a tu rodilla,
átame a tu mundo
y no pereceré
mientras exista la sangre
en la conciencia de los hombres
que bendecimos tu sueño.

Te amo de mil maneras

Con un pie y una mano
te palpo,
te piso el cuerpo
y me sumerjo
en tus dulcelinas huellas.

En un embriagador beso
de tu aroma me baño,
con un ojo minúsculo
y un dedo curvado
te llamo.

Te regalo este amor
minusválido que traigo.

Con un colibrí
asesinando el cerebro
y una nube cegándome el paso,
te veo,
te desnudo el mundo.

Corro como un niño
para plagarte esta enfermedad
que ha parido su precio
y vive en tus sueños,
transitando por tus neuronas,
por tus órganos.
que ya son tu vida
en miles de partes.

Soy un elixir en cada tierra
donde tu alma me carga
y me multiplica el cuerpo,
el cielo.

Así te amo.

Reconociendo tu imagen

De un retoque
como en pinceladas y sin tachos
esférica espiral aritmética
visible praderosa exorbitante
te aderecé la figura
en palabras simples llanas
en movimientos perpetuos de mis manos
doblegados ante tu piel de plata.

Y eras toda una especie congenial
de madera fina
única inaccesible prolongada
desde el día hasta la noche
en que mis ojos entreabiertos
permanecían olvidadizos
memorizándote
no hay palabra que no lleve tu cielo
hasta mi cama
ni calles en mis manos
como éstas escribiendo
tus huellas en un solo destino
holgarte a mi lengua que te salpica
de amor y dulce savia y adaptarte
no hay complexión de mi sien
capaz de verdecer y opacar tus tones
tus pechos contorneados
abrazados a mi sueño
tus muslos entrelazados
a mi ojos conocedores de cada
centímetro,
ni de tus estiradas manos
alargadas del peso constante
de esta ansiedad inquilina
que me exprime la sed
ya cristalizada en mí
por amarte,a Verso y Sexo.

Fuga de amor

Siento que mi amor
se escapa de tu grieta dulce,
de tus vértebras,
de tu lánguida sonrisa seca.

Herido,
no puedo regodearte
con estos versos que son felinos.

Tus manos finas pasarán
sobre el cadáver de este amor pálido,
y no juntarán esos minutos
donde fue espléndido.
Caerán al olvido
pegados a mi piel y a tu piel,
a nuestro sexo de pascuas,
bendecido por el tiempo.

Y ese amor perdido se llevará todo
tus pasos y tus estaciones,
mi verbo que era tuyo,
mis canas moribundas,
infértiles,
porque no estás.

Presencia

Aun me faltan unos versos
colgados del tiempo
que escribí una vez para ti
pegados a tu sueño
a mi maldita lengua
que te pronuncia
y te moja de gotas de amor.

Aun me falta agarrar
a pies de uña tu memoria
y estacionarme en ella
vivir y hacer una vida allí
con palos y piedras, y fuego
me falta el valor para olvidarte
como el valor de ser descabellado
y no dibujarte en estos versos
manos de gigantes
sábanas de besos azules
para llover tu silencio
y forrarte de mi ansiedad
esta ansiedad que no tiene precio.

Y bendigo el prisma de tus ojos
guardado en mi lado izquierdo
donde el alma nace, crece y
no muere
tras haber adivinado tu regreso
mi corazón rescata el aliento
de mis versos.

Refugiado en su célula

Cruzando la frontera del cielo envuelto en tus ojos
diviso un nuevo mundo que me inspira llegar
amarro los bordes de estas calles y estas bestias
mis manos comienzan a ladrar.

Te pienso y te enumero en postes y aceras
en suburbios, naciones, tierras por encontrar
y eres infinita, frontal.

Te sueño dulce
tierna, efímera, pálida, silvestre
gametos volátiles que le bañan
la sed
comienza el trance eclíptico en tu galaxia virgen
y tus labios de arcos empiezo a frotar
con menuda sonrisa soltándose
conjugados verbos que nos temen
que murmuran mi ansiedad
y escapan de esta convulsión total
en un sucumbido triunfo le arrebato
la miel, la savia
adivino las oscuras venas que ahora son blancas
perforadas, vencidas
rendidas ante mi paso ancestral
le inyecto mis genes
comienzas a sanar.

Continuo cavando su tumba ósea
con mis felinos jugos,
le persigo, soy un pez
bañado de usted.

Golpes,
más golpes de lluvias ácidas
devastadoras y fértiles
para labrar su piel
y quebrarla de mi ser,
al final soy un miembro
oculto, insensato,
en una célula.

Hurgando tu piel

De frontera a frontera
camino por tus mundos pacidos, diminutos,
pirueteando sobre tus poros
plateados, envenenados de cadáveres,
hurgando promesas debilidades
ansiedades que llenar,
filtrando tu mástil con besos
hasta su fondo, oceánico y perverso
que me revuelca, lucha y le venzo.

Día pálido

Hoy el día es pálido,
azul en sus extremos
rojo en el centro
con sorbos de alientos
escapándose por sus venas,
en sus raíces yace el encuentro,
la trama,
una persecución de inocencias.

Hoy el día no cambia
ni a ciegas me puedo tapar
con el cielo,
ni revivir las ganas con tan
preciado anhelo.

Todo es un triste amor desbordándose
y pidiendo tu auxilio,
todo no es más que unas manos
llenas de pedazos de versos
y sin tu libro abierto
para engendrarlos,
y seguirán mudos y sordos
por este día pálido
pero que mañana será negro
y quien sabe hasta cuándo
soportaré ese color que me afecta,
me hiere y me trasfunde el cuerpo
hasta quedar desmantelado
y colgado con mis propios versos.

Poema del no amor

Hablamos de problemas
empíricos,
de filosofías y las estrellas,
Platón invitándonos a una cena
pero no entendía el universo
que derramaban mis ojos,
ni comprendía esta llama
saliéndose de mi boca,
camuflajeando las palabras
y sin tocarlas
parecía vivir al lado
del mar,
recogiendo toda la tranquilidad
que regalan sus olas,
y yo del otro lado del océano
aguardando su retorno,
esperé y esperé,
y nacieron días y noches,
y se construyeron escuelas,
mares y horas,
y todo parecía imposible
forjar un puente que nos uniera
a los dos.

El alma encontrada

Y nos colapsamos entre presas,
expulsamos,
sedentamos,
tomamos el camino
y marchamos
hacia ese valle
lleno de girasoles
y crisoles visibles a nuestros ojos.

Ella, un glaciar u otra maravilla
llamada Inconcebible,
y yo un gruñón de deseos Mr. Crazy.

Hierve la carne
y sobre el hueso creamos fuego,
y la piel aparca el suelo
como se protege la Tierra del cielo,
las manos se funden y se pierden
en el tiempo
como quien no ha oído
un llamado.

Es la era del renacimiento
y todo cambia retóricamente,
la boca vencida solo exhibe
su señuelo de alegría y descansa
en la estación del recuerdo instantáneo
y guardo el jugo de su gruta oceánica
de sus labios rojizos como la sangre
de sus poros envueltos
excavando y excavándola
le encuentro el ritual de su cuerpo.

El alma yacida sobre mí.

Despedida

Es una lástima
solo me quedan unas pocas palabras:
flacas y tristes
pegadas al cuerpo,
enfermas de ese amor blanco, solo tuyo.

Se esfuma de un golpe
el acento afrodisíaco del primer día
y pierdo el talento de soltar la sonrisa
que convive entre dos mundos
donde el cielo y el mar convergen,
allá, dentro de mí.

Cuando no ha pasado ni un minuto
y se me parte el olor de las uñas, de las manos,
se caen las peces chismeantes
que habitan en el cielo, y
conocen nuestra historia
compartida en sus astros,
y cuchichean las flores
sobre este día dolido
pero que mañana será insoportable
hasta no se sabe cuándo,
entonces ahora sí me marcho
luego de comprobar que el universo
sabe de ti, y te lleva en su vientre
porque ha parido estos versos.

Dibujando una mujer

Y la dibujo, sí:
plateada hasta el mismísimo
símbolo de su vientre
fino y estirado como
una conciencia en reposo,
dorado linaje su cabello meloso
fertilidad que atrapa
la inocencia de mis ojos,
y la sigo pintando de versos
en cada punto geométrico
de su piel de trono,
su risa de arcilla
para quemarme hasta ser polvo
quedando preso en mi garganta
el universo que regalan sus ojos,
sus manos,
sus muslos
felices estatuas que pervierten el miedo
dos grandes citas para cenar
a pan y mojo.

Frases

Frases a frases se compone
tu música,
idónea para bailar en su concepto musical
y bañar el cerebro de ti.

Frases en versos y grafías oxigenadas
del valor humano que procreamos,
esa región donde se pierde el miedo
y se aproxima a usted,
llevando fe a los rincones
que dieron fin sus ojos:
dilatados y crepusculosos,
primaria belleza se adueñaba de ellos.

Frases
y más frases caben en mí
la pellizcan y tocan tal si burbujeara
la piel del cosquilleo,
vuelan, se innatan, crecen,
se adaptan y mueren
entrelazadas al gremio de tu cabello.

Al final serán frases del tiempo
y no sabrás que vivo allí.

Palabras desnudas

Si vos desnudáis las palabras
que la buscan en laberintosos caminos,
verás cuan doblegadas y límpidas son,
si de día conservan una paz menguante
y en la noche merodean alrededor de tu ser.

De una historia,
plagadas con el sudor de cuerpos antañosos
y hoy reuniendo cada gota de libros blancos
para tomar por suerte su cama,
y asaltarla,
devorarla,
vaciarla de infantes ganas.

Créame, no por mi voz,
por esa lluvia que calma y silencia
el verbo en las noches
y agoniza el latido
por una conciencia rota de sed,
que hoy,
con mis letras desnudas me lanzo
sin amarras diáfanas ni sangre
en el cuerpo,
para entregarle esta carga pesada
de amor que sabe a usted.

¿Quién soy?

Para muchos
soy un poeta mimado
lleno de laberintosos deseos
y una pistola bajo la almohada.

Para otros,
aquellos nobles y románticos
consideran mis versos
dulzones y una paz
menguante en cada letra,
un suspiro y vuelve
la calma al alma.

Pero hay
quien no ve
más allá de sus pupilas,
quien camina y pasa
sobre mis letras y charlas
con sosiego y argumentos,
sin embargo,
¿quién soy?
Tantas cosas de usted
para mí tienen sentido.

No es cobardía

No es cobardía
esconder el rostro,
la sombra, la risa;
no es casual
que la lluvia
agonice los latidos,
el tiempo sea inservible
y rayado de experiencias.

No es cobardía
tomar el aliento
por sorpresa
y apaciguarlo con celos,
aprender a vivir
de este lado
con su sueño
con lo que un día
fue y será sólo
un recuerdo.

No será cobardía
empezar de cero
y perseguir los pasos
de quien colmará
la piel de besos;
cojo y doblando mantas
pero con un corazón
más allá del vasto cielo
se camina y se mira
¡ay que tan pequeña
es usted en mi universo!

Del sexo a nada

Del sexo a nada,
quizás mucho
en un sorbo de aliento,
o quizás un hilo
perdido en bardas
del silencio.

De la piel
al vello,
un círculo vicioso
que no traspasa los poros
del cuerpo
sólo si los sentimientos
guían tal encuentro.

¿Sabes quiénes son?
¿quién es usted?
Adverso será el día
si las piel se tiñe
de besos secos,
no quedará lugar
para el señor viajero,
de leguas y flores
hace un camino
para usted,
lleno de versos.

Frágil

Frágil su atuendo
con signos en el pecho,
frágil sus manos
para cargar el silencio,
su pelo latinoso
que infanta el verbo,
como sílabas primitivas
para quedar mudo
y seco,
vacío y sin nada
de consuelo.

Usted frágil,
mas yo rígido
e hipertenso,
con sus ojos límpidos
para sanar enfermos:
de amor, tristeza
y labios presos,
inmutados,
esperando por su beso.

Acentos volcánicos

Acentos volcánicos
con sílabas escurridizas,
mezquindad de la gente
insensata y de poco valor,
insaciable es el acto
de ganar su fe.

Pero se predica el buen acto
en otros,
se camina con risa
y la conciencia busca
sentido a la existencia,
ésa, que se perdió una vez
al margen.

Mas hoy quedan pocos,
locos desesperados
por adelantarse a la vida
y hacer del minuto
un recuerdo,
una memoria,
un flasheo vertebral
de su imagen,
gracias a la natura
fuerza que emergió
de usted y se adueñó
de la conciencia.

Sin musa

Si no hay musa
alrededor del ser,
páginas de recuerdos
ni versos en la cama,
se nace vacío de alma
y el corazón ajeno
a la fe,
entonces,
somos hijos
especulantes del vicio
y no la entendemos
a usted.
¿entiende las líneas, verdad?

Gracias al tiempo

Ha ganado fuerza
el tiempo,
el tacto,
por permitirnos llegar
sin demora
y tomar ese aliento,
esa energía,
esa cama,
esa bebida.

Ha cobrado vida
la razón,
la nostalgia y
los viejos recuerdos,
las noches solitarias
despierto,
sin sentido no hay
cima posible.

Se gana espacio
en el horizonte,
se cubre y brilla
un reflejo,
de blando y suave perfil
persiste
para vivir en su seno,
gracias al tiempo
por esperar por mí.

Sé que estás

Día a día
se vive y se gana,
palmares y lomas
de besos
que se guardan
para un momento,
ése, por el que espero
de niño hasta hoy
donde ya la cana
me hace viejo.

Se siente un latido
mordiendo y agarrando
con creces el sueño,
debilitando la piel y
la conciencia se llena
de recuerdos.

Día a día,
ayer y hoy,
serán el mañana
triunfante en su causa,
la noble causa,
¡ay vida, de colores
y el sudor expuesto
con ganas!
¡ay tú, usted, you!
entiende una pizca
de lo que sufre el alma,
remolinos y vueltas
al tiempo para sanar
la estancia, mi estancia,
su estancia.

Basta de exclamos
y lágrimas,
y de decoro
a la nostalgia y la noche
pálida,
arriba mis dotes,
la fé y la esperanza,
si usted está cerca
del alma,
tocando con sus ojos
el pecho,
cada noche,
porque está en mi cama.

Tiempos difíciles

A veces se tiene miedo
del futuro,
lagrimoso o noble
que pudiera ser,
el tiempo que se vive
ha de traer momentos
de glorias
no de llanto ni tristeza.

A veces la cólera se apega
al cuerpo,
enciende el hábito del mal
que vive en el pecho,
aunque oculto e insensato
tiene fuerza y pasos de gigantes.

A veces, hoy o mañana
puede ser tarde,
y no existen letras ni tintas
para tildar la mente,
ni armas ni sueños capaces
de agarrar el deseo, la tensión,
la paz y vivir con ella.

Pero si a veces se mira
como seres humanos,
como hijos dignos
de hombres no de animales,
como madre o padre
o el valor familiar que tengamos,
entonces habría borrado el tiempo
y no dibujaría estos trazos.

Día de un sueño

Y se persigue un rostro ajeno
con ansias,
extraño de costumbres y lengua,
de tesón, de pensamiento,
¿cómo amarlo?,
si tan solo fuera una vida
de Adán y Eva,
de dos en dos,
no de proporciones desiguales
ni rumbos distintos.

Pero existe el alma,
en cada ser persisten ganas
de acero,
y la esperanza viva
en no mirar en vano
se agranda.

Último aliento

Y se esparce el alma
por doquier,
se rejuvenece
y alarga a la vez,
se vive sin mañas
y corre el viento,
todos unísonos
tras una vida
que vale siglos.

Así se anda,
con cada letra
pegada al cuerpo,
cada paso convertido
en sombra,
con la arruga en mano
y la piel encogida
por el tiempo.

Con cuanto se va
y viene,
con cuanto se respira
y es nada,
se desea la inmensidad
y seguir existiendo,
en este mundo de privilegios:
Cuba, así vivimos
los viejos montados
sobre dulces recuerdos
y los ojos dulzones
de esta Patria
hasta me lleve
el último aliento.

Canto

Canto de muchos
es coro,
es simulación, vehemencia
y desdén al roce.

Canto de dos es magia,
capaz de acoplarse y
tener el ritmo entre dedos.

Canto de uno es pureza,
añoranza y ahínco,
pero el canto,
ese genuino que
a veces no llega,
se oculta tras las rejas
del alma.

Ahora, usted como voz
y yo como arma,
armemos desde dentro
una música sin pausas,
desde el do hasta el sol,
desde el pecho de usted
hasta el corazón de quien
llama.

Entonces ese canto
se convierte en prosa,
en frases y versos
para saciar la calma,
y cabalga de loma en loma
por el cuerpo,
buscando refugio
y sanando manchas.

Es

Es tan difícil la vida
entre cuatro paredes
de porcelana y mármol,
es un hechizo agobiante
perder el aliento sin respiro alguno,
es el drama de toda una especie
en un solo nombre,
es la carne débil del ser
desmembrándose en tajas.

Son tantas cosas
en un solo vuelco,
tantas cicatrizando el alma
y convirtiéndola en campo,
en cenizas escurridizas y
huellas despamadas,
en golpes y estocadas
de un simulacro lleno
de fuego y sentimiento.

Es una, dos, tres lenguas
en un terreno,
sos vos aritmética
pero flexible,
soy lo que soy
un soldado en esta jaula
solitaria.

Sin saber de usted

¿Para qué engañar la conciencia
cuando no siente el alma?
¿Para qué fingir que vivo?
si se pierde la vida:
en esta soledad acercándose
a tientas y a ciegas.

Mujer de distancia,
millas y kilómetros
fuera de mis ganas,
¡has de existir!,
en el tiempo
aunque muerto quizás
calma la esperanza.

Y vos como andáis:
pregunto al soplo
de su aroma arrimándose,
¿cómo es usted?
de risa, brazo, de alma,
¿tiene sueños o solo vive
la realidad que se ensambla:
a sus pasos y huellas?
¿entiende los versos, verdad?

Comparando raíces

Es tan difícil ser hombre
e hierba desde lejos,
pellizcar la risa
que ennoblece su cama,
alimentar su alma
purificada a distancia.

Es tan difícil dar vida
y mantener la suya intacta,
comparar las raíces
que nos yacen de adentro,
mas bien pregunto:
¿qué define el futuro
si el pasado y presente
se arremete contra la piel
haciendo eco?

Donde usted reposa,
se van todos a buscar
consuelo,
¡qué más da!
si se ha perdido la paz
y no hay quien llene
el pecho de besos.

De persona a persona

Hay personas que escalan
y llegan al cielo
que aprietan la marcha
y se remuerden el pecho
lleno del sudor hiperférico
de tanto esfuerzo.

Hay personas
como él,
joven, con fuerza y rabia,
que caminan y parecen
se llevan la calma,
se encienden y mudecen
el habla, a nosotros
los humanos de ganas,
pero si de personas,
que escriben con arte
la magia,
¿por qué no merecen
un lugar donde se pique
la gracia?,
donde todos reconozcan
que ha nacido la vida
y la muerte se aleja
al desconocer las entrañas.

De persona a persona,
ahora,
de hombre a lobo,
del lobo a hiena,
de mí para usted
con cierta modestia,
no importa las bondades
que su alma alimenta
mas valen y perdura
el desinterés, el amor,
la confianza,
que su ser engendra.

Ámeme

Como en ando y ando
ella anda y retoca,
ambos nos sube la mota
de exclamaciones y ganas.

Ando sorteando las llamas
de mi cariño sincero,
para darle un amor eterno
con exhuberante ganas.

¡Exclamo!
Se me zumba el alma,
muchacha de pelos y moños,
con su linaje me encojo
y le brindo buena fe,
ámeme, no sé de usted
mas de mí se llevará todo.

Agujeros negros

Ya se van al bosque
las penas guardadas,
ya se van a deshoras
con bastón y un pie corcobeco,
ya se sueltan las riendas
y se abre el pecho en lágrimas,
ya se retuercen las ganas
y respira el alma la calma.

Ya ahora se preparan velas,
flores en víspera de un entierro,
se llora y se piensa en el mañana
pero no se olvida el corazón
que decansa para siempre
de no latir más con miedo.

Y se marchan todos,
cantando en alta voces
canciones de misterios
que resuenan la sangre
e hieren el pecho
que hacen pestañear
al mismísimo ciego.

¿Qué será?
Propongo un silencio
a los caídos en guerras
en la calle sin aprecio
los deprimidos y huérfanos
del roce,
aunque sea medieval
no importa la bandera
del gesto.
Abracemos al mártir
y démosle un beso,
de mejilla a mejilla,
de hueso a hueso,
todos hemos de ser uno,
uno hemos de ser todos
aunque se nos haya desmoronado
la piel de agujeros negros.

Conciencia primitiva

Hasta ahora,
se toca el pecho y la mente
con palabras,
se canta al latido
de su corazón,
se blasfemia para conquistar
sus ojos,
un viaje minucioso
pero certero.

Hasta ahora,
los emails viajan y sacuden
la gota de dulzura oculta,
el dinero despierta y aviva
las manos a moverse,
los regalos emanan cuerpos
y se presume de ese ser,
se juega con fuego deshecho
para no gastar la figura
creyendo que los pasos
hacen eco en la tierra,

Hasta ahora,
se verá quienes toquen puertas
al borde del desespero,
quien guiñe para confundir
y funja el ceño,
quien roce el calor
como amigo;
menos mal quedan
un par para enseñar,
una raza, la otra,
han de formar una,
abrazar la conciencia primitiva,
darles gracia y conversar con él.

No hay que ser un poeta

No hay que aprender el lenguaje
de las ardillas,
que mutan y cambian de césped
para anidar,
no hay que leer un libro filosófico,
ateo o de frases rebuscadas,
ni saber escuchar como cantan
los sabiondos,
no hay necesidad de escribir con lágrimas
cada paso, cada memoria,
ni bailar al danzón de la lluvia
formando ritmos, giros, todos alegóricos
a su figura,
ni ser universitario, ni de algún colegio
privado,
no hay que lavarse las manos con miel
ni tener huellas de siglos de amores vividos,
tributar que el mundo se ha venido perdiendo
por sí solo y dejarlo caer
en pedazos y al final tomar parte de él,
no mujer avellana,
no hay que ser un poeta
para decir palabras simples
que nacen en la raíz del alma:
Te Quiero.

¿Cuánto vales?

¿Cuánto demanda usted por percibir sus ganas?
o al menos, ¿cuánto he de hacer yo por si llegara a rozarla?
¿Cuánto impone el tiempo, en tan pesadas horas de desvelo,
para al final contarle de prisa que su voz se distancia?
¿Cuánto valdrá la vida, el pelo, su risa, su bella mirada?
si hasta la sombra se encoge para ver su silueta dando pasos
que mudecen el habla.
mas bien, su precio, chiquilla mimada,
¿será de esos que lujurian una noche el alma,
o de los que cautivan y condenan para estar al lado
de su miel desbordada?
Mujer de un caudal de pasiones,
para hechizar el ojo y convertirlo en guardián de su cama,
sepa usted,
aún cuando su cuerpo obliga a ser un loco dogmático tras su falda,
acepto el reto del precio por la eternidad en besar sus manos,
cada noche, cada mañana.

Recordarás de mí

Recordarás de mí
lo que solo vos quiera ver en su frente.

Talvés, cito:
palabras como estas no escucharás en otras voces;
y es entonces cuando meditarás quien fui.
Recordarás sobre mis costumbres,
los emails llenos de vida que la buscaban
por doquier,
y le hacían imaginarme a su lado.

Con singular afecto escribo para su encanto
sobre yodo, cenizas y la vista casi a ciegas.

Recordarás de los días aquellos que hacían
gala de esta unión y nos sintetizaban el beso en un suspiro
para no perder la pasión que venía de adentro,
del acto sigiloso al que se atrevían mis manos
dibujándola desnuda,
en tramada lucha por sacar el néctar de usted.

Tal parece que hay una historia sin fin,
una química de átomos inhertes en la natura madre
que la rodean usted.

Pues, insisto, ¿como es posible que el tiempo
no borre mis memorias en su ser?
si tan solo fui un misionero en las celdas del amor,
un guardian de sus actos,
un amor desbordado dia tras día.

Soy

Soy como el agua del molino en mi conciencia:

sin dueño, abandonado y solo,

triste, seco y sin fuego.


Soy en cenizas el germen

del hombre nuevo,

la paz eterna en el alma,

tengo la mirada aguda para salir a sus anchas.


Soy como aquel guardián del mar

que se empinaba en la roca,

y velaba su sueño con el sudor

y el frío que reinaba.

Sin embargo,

soy para ti un símil, un adverbio,

una palabra.

Para mí

soy un libro antiguo

con modales y actos de buena fe,

con algunas páginas heridas y otras desechas

del tiempo,

con un principio incipiente y un final

que depende de usted.


Soy todo, desde la historia hasta la poesía,

desde el calculado número de razones

por la que le escribo,

hasta la raíz intrínseca de mis verdaderas intenciones,

es por ello que miles razones tengo

para vivir enamorado de usted.

Bienaventurado yo

Bienaventurado los ojos que siguen su silueta en el tiempo,
en hora buena han visto su rastro, visible, palpable,
luego de horas y minutos orando por su causa.

Quienes beban de usted habrán tocado la paz eterna,
un sorbón sutil, certero, sencillo y sin mañas de sus labios,
y quienes no, habrán perdido el toque milagroso con
su alma, la inmortalidad eterna, a solo un centímetro de sí.

Cuánto hallo en usted: metáforas, ritmos, vida,
falta algo más!,
es una fuerza convulsiva de deseos que expande el alma,
una pasión que se desborda sin limites,
que se encandila en mis poros y me hacen inmóvil
a sus pasos,
tanto como para consumirse en objeto inservible
pero con una beta de significado.
!Princesa!
Bienaventurado yo por tenerla en el recuerdo,
En las noches y mañanas de risas,
en dias laberintosos que se avecinan y retroceden
ante esta unión.

Diseminada está usted por mi piel con citas y frases plagadas
en el cuerpo, todo un mundo de huellas en el pecho
como para contar la historia del amor, y el universo
testigo de mí, de vos, de nuestra especie.

Author: Yorker

Usted lo sabe

¿Qué podrían decir
mis labios que
no sepa usted?,
cicatrizada está la hierba
de mis tumbos y
ceñiles antojos,
con lanzas de fuego épicas
y formando remolinos
que hechizan
al ojo humano.

Como se confunde
la risa con la mudez
perpleja de su rostro,
vacío y sin el más mínimo
esfuerzo de ser abrigo,
con menuda forma se ha
de venir la calma
y entablar consuelo
con la paz del alma.

A sufrir se han de ir todos,
arrinconados y
a orar en su nombre.

Author: Yorker

Compases de ritmos

Compases de ritmos

que siguen su calma:

el viento, el sonido del

tacto,

la voz del silencio

a escondida de su

cabello ondulado,

la onda cineasta

de su cuerpo bronceado

y fino;

con certeza se abre el

día,

buscando espacio

para su silueta dorada,

con agilidad y canto

escriben mis manos,

en trazos proféicos

que la protegen del sol

a usted.